Según las Naciones Unidas, se prevé que la población mundial alcance los 8500 millones en 2030, 9700 millones en 2050 y 11.200 millones en 2100. Paralelamente, la demanda de alimentos también aumentará, pero no basta con producir más alimentos, sino que el desafío es producir más y de mejor calidad, procurando el cuidado del medio ambiente.
En este contexto, la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid) destacó en un informe que trabaja en este sentido, promoviendo sistemas productivos sustentables. Según informaron, entre sus proyectos, desde hace 14 años impulsa la certificación de sustentabilidad para producciones agropecuarias a través del sello de “Agricultura Sustentable Certificada” (ASC).
Asimismo, dijeron que por segundo año consecutivo “los productores argentinos que producen bajo este sello de sustentabilidad de Aapresid recibieron el reconocimiento del mercado europeo por la calidad de la materia prima, a través de un precio diferencial por su soja certificada”.
“Cada productor recibe un crédito por cada tonelada de soja certificada, activo de gran valor para el mercado europeo que busca cumplir con sus compromisos de compra responsable de materias primas”, indicó la entidad.
Para Aapresid, este reconocimiento no solo significa un beneficio económico, sino también “otorga prestigio a nivel internacional, y posiciona a la Argentina como un país comprometido con la producción sustentable”.
En esa línea, señalaron que dos empresas que ya comercializan sus créditos. Uno es Francisco Pugno que es productor de la firma Agritest SRL, una empresa agropecuaria que produce unas 1600 hectáreas en el norte de la provincia de Buenos Aires y que apuesta a la certificación desde sus comienzos.
“Actualmente posee el 100% de la producción certificada bajo el protocolo ASC. Sus sistemas son diversos e integrados, hacen agricultura extensiva, cría ganadera y están incursionando en la producción de nuez pecán”, comentaron.
Señalaron que parte de la soja certificada es “destinada a la elaboración de alimentos para consumo humano, más precisamente de hamburguesas de proteína vegetal, por lo cual la trazabilidad y seguridad de la materia prima es un eslabón fundamental para legitimar las buenas prácticas”.
Para Pugno, “los créditos ASC logrados en la Comunidad Europea por Aapresid son un reconocimiento al esfuerzo llevado a cabo en el día a día, un premio al manejo agronómico diferencial cuidando los recursos naturales, económicos y sociales”.
La otra empresa que certifica sus procesos con ASC es Tomás Hnos., que brinda multiservicios para el agro en gran parte de la Pampa Húmeda, desde la venta de insumos hasta la siembra y comercialización de cereales y oleaginosas.
“Actualmente siembran en forma asociada con diferentes actores de la cadena unas 40.000 hectáreas, todo en campos de
terceros”, comentó Juan Pablo Yaquinta, quien gestiona la unidad de siembras asociadas.
Según indicaron, la firma busca generar vínculos y esquemas de siembra a mediano y largo plazo, no solo pensando en la rentabilidad del negocio sino también en la sustentabilidad de los sistemas.
Yaquinta resaltó que, dentro de los beneficios ASC, está la posibilidad de sistematizar los grandes volúmenes de información. “Los créditos de ASC ofrecen un doble beneficio. Por un lado permiten costear la inversión realizada en la certificación, y por otro lado, significan una oportunidad de negocio para el servicio que brindamos. ASC nos impulsa a una mejora continua”, dijo.
Nueva herramienta
Para Aapresid, la mitigación del cambio climático plantea nuevos desafíos para la competitividad, el crecimiento y el desarrollo de las empresas. “Estos implican oportunidades de mejora para los sistemas productivos, así como oportunidades de desarrollo de nuevos negocios.
En esa línea, las empresas tienen la oportunidad de mostrar al mundo su compromiso a través de la innovación, mejorando la eficiencia energética de los sistemas, reduciendo la huella de carbono y optimizando los procesos hacia un balance de carbono positivo”, afirmaron.
En este sentido, fue que el organismo incorporó recientemente la medición de huella de carbono dentro de los protocolos de certificación para procesos productivos. “A través de herramientas avaladas a nivel mundial, las empresas agropecuarias certificadas con ASC podrán ahora cuantificar sus emisiones de gases de efecto invernadero y captura de carbono”, informaron.
Beneficios
“Cada productor certificado con ASC que mida su huella de carbono, y realice las acciones necesarias para reducirla y aumentar el stock de C de sus suelos, podrá generar mayores beneficios económicos por su producción de soja certificada y por el otro lado, acceder al mercado de bonos de carbono. Por otro lado, podrá optar por auditar los procesos para la obtención de soja certificada, medir su huella de carbono o combinar ambas herramientas”, explicaron.
Fuente: La Nación CAMPO
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