La actividad microbiológica es muy importante en los sistemas de producción agrícola. En su mayoría, los microorganismos mantienen relaciones o asociaciones beneficiosas con las especies vegetales y son estimulados a través de las sustancias que secretan las plantas, en lo que se conoce como efecto rizosférico. Las asociaciones entre planta y microorganismos pueden darse en la filosfera, que es la superficie foliar de la planta, o en la rizosfera, que es la región del suelo en estrecho contacto con las raíces.
En este artículo de EcologíaVerde nos centraremos en esta última región y hablamos sobre qué es la rizosfera, para qué sirve, su composición y su importancia. Si sigues leyendo descubrirás no solo algunas de las características de la rizosfera que definen su importancia, sino también qué claves permiten mejorar y mantener su funcionalidad.
Qué es la rizosfera y para qué sirve
La rizosfera, considerada como el ecosistema terrestre más grande, es la parte del suelo próxima a las raíces de la planta, que se extiende concretamente entre 1 y 3 mm desde la superficie de las raíces al interior del suelo.
En esta región edáfica interactúan las raíces de las plantas con el suelo y sus microorganismos, lo que en consecuencia reporta beneficios para las plantas, mejora la fertilidad del suelo y favorece la degradación de sustancias químicas tóxicas. Se trata de una asociación conocida como rizocenosis, que permite bien la obtención de alimento, como en las micorrizas, o bien la fijación del nitrógeno, en la cual participan generalmente bacterias, denominadas rizobacterias, como Azospirillum, Azotobacter y Bacillus (promotoras del crecimiento vegetal) en raíces de gramíneas y Beijerinckia en raíces de la caña de azúcar.
La comunidad científica distingue 3 partes distintas que constituyen la rizosfera:
La endorizosfera o rizosfera interna comprende la corteza de la raíz (tejido entre la endodermis y la epidermis) invadida por microorganismos.
El rizoplano o rizoplana está formado por la superficie de la raíz y los microorganismos que hay en ella.
La ectorizosfera, exorrizosfera, suelo rizosférico o rizosfera externa es la parte del suelo que está en estrecho contacto con la superficie de la raíz de las plantas.
Composición de la rizosfera
En términos generales, podemos decir que la composición de la rizosfera es: suelo, agua, deposiciones radicales (exudados y mucílago) y microbiota (bacterias, hongos, algas).
Por un lado, el suelo actúa como soporte físico y provee alimentos a las plantas. Sus propiedades físico-químicas determinan la presencia y la distribución de los microorganismos, al mismo tiempo que su conservación depende de estos mismos. Podemos destacar el pH como un factor abiótico que condiciona y caracteriza el funcionamiento de la rizosfera, ya que cambios en su valor pueden conducir a la inactivación de las enzimas presentes en los microorganismos y perturbar la fijación de minerales nutritivos. En esta región los valores de pH son más bajos o más ácidos en comparación con el resto del suelo, lo que se debe al intercambio catiónico y a la producción de ácidos orgánicos.
Por otro lado, el agua que es un recurso esencial para la vida, juega un papel muy importante en las interacciones rizosféricas. Su disponibilidad está directamente relacionada con la porosidad del suelo y, su potencial en cierta medida es controlado por la microbiota. De hecho, los microorganismos mejoran la aireación del suelo y la capacidad de infiltración, favoreciendo así el mantenimiento de la película de agua en la rizosfera.
En relación con las deposiciones radicales, las plantas liberan a través de sus exudados radicales productos fotosintéticos (azúcares, aminoácidos, vitaminas, ácidos orgánicos, hormonas) que si son de bajo peso molecular pueden favorecer la diversidad y el crecimiento microbio de la rizosfera. Estos compuestos orgánicos atraen a los microorganismos a la superficie de las raíces, constituyendo para ellos una fuente muy importante de alimento y energía. Uno de estos exudados es el mucigel, que se trata de un material gelatinoso que recubre la superficie de las raíces de las plantas, formado por: mucílagos vegetales, células bacterianas, polisacáridos, coloides minerales y materia orgánica del suelo.
Finalmente, los microorganismos que habitan en la rizosfera (bacterias, hongos, protozoarios y nemátodos), en su mayoría reportan beneficios. Las bacterias de la rizosfera o rizobacterias se encargan de descomponer las exudaciones radicales y los residuos vegetales. Destacan también los hongos, que establecen una relación de simbiosis con las raíces, conocida como micorriza, ya que, al igual que las bacterias, son capaces de degradar o mineralizar sustancias tóxicas y nocivas en un proceso llamado detoxificación. En este otro artículo te contamos más sobre Qué son las micorrizas y sus tipos.
Importancia de la rizosfera
La importancia de la rizosfera reside en las interacciones que tienen lugar entre las plantas y la microbiota del suelo. ¿Por qué? Pues porque en consonancia con lo expuesto en apartados anteriores:
A través de la rizosfera las plantas toman nutrientes. Lo mismo que sucede con el agua y el carbono que necesitan bacterias, hongos, insectos, gusanos y protozoarios para subsistir.
La microflora de la rizosfera protege la raíz contra patógenos, contra enfermedades radicares y produce sustancias que estimulan el crecimiento vegetal, como ácido indolacético, gibelinas y citocininas.
Se produce la Fijación Biológica del Nitrógeno (FBN), es decir, los microorganismos proveen a las plantas de compuestos de nitrógeno (amonio y nitrato) asimilables, que fabrican a partir del nitrógeno atmosférico del suelo (N2).
Cómo mejorar la rizosfera
Bien es sabido que el nitrógeno es un factor limitante para las plantas porque, a pesar de su abundancia en la atmósfera (representa aproximadamente el 80% de su composición), no pueden aprovecharlo en la forma molecular en la que se encuentra (N2). Esta situación ha provocado el empleo masivo de fertilizantes químicos para incrementar la productividad de los cultivos. En consecuencia, se han desencadenado en el entorno natural importantes procesos de contaminación que disminuyen la fertilidad del suelo y la calidad de los recursos edáficos e hídricos. Una manera de evitar esto, es visibilizar la capacidad fijadora que poseen los microorganismos de la rizosfera, que puede satisfacer la demanda de nitrógeno de las plantas, mediante el empleo de biofertilizantes.
Fuente: Ecología Verde
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