Proyecto Agrobiota: leer el ADN del suelo y cultivar decisiones más precisas
- Editorial AJU
- 11 ago
- 3 Min. de lectura
En el campo, dos lotes con la misma textura, el mismo pH y el mismo manejo pueden comportarse de manera muy distinta. Esa diferencia muchas veces está en una capa invisible a simple vista: la biología del suelo. Los microorganismos que lo habitan, las funciones que cumplen, los patógenos que pueden estar latentes y la capacidad de resiliencia del sistema son factores determinantes para el rinde y la sostenibilidad.
El proyecto Agrobiota, desarrollado por Biotrop, se propone justamente revelar ese mundo oculto mediante herramientas de biología molecular, y traducirlo en información práctica para la toma de decisiones.

¿Qué es Agrobiota?
Agrobiota es un servicio de diagnóstico que analiza el ADN del suelo para identificar y cuantificar la microbiota presente: bacterias y hongos benéficos, patógenos, organismos promotores de crecimiento, indicadores de fertilidad biológica y de biodiversidad.
No se trata solo de conocer “quién está ahí”, sino también de entender “qué está haciendo” cada organismo y cómo influye en procesos clave como la fijación de nitrógeno, la solubilización de fósforo y potasio, o la protección natural contra enfermedades. El resultado es una radiografía invisible del lote, presentada en informes claros que permiten al ingeniero agrónomo y al productor tomar decisiones basadas en evidencia.

¿Cómo funciona?
El funcionamiento del programa es tan riguroso como sencillo para el productor. Todo comienza con el diseño del muestreo: se definen los objetivos, los ambientes del lote que se van a analizar y el momento más apropiado para tomar las muestras. La recomendación es hacerlo cuando el cultivo está activo —por ejemplo, en lotes con vicia o garbanzo— porque es en ese momento cuando la biología del suelo está más dinámica. Las muestras se toman con kits estériles, cuidando la profundidad y la representatividad del ambiente. Una vez recolectadas, se envían al laboratorio donde se extrae y se secuencia el ADN del suelo. Luego, mediante bioinformática, se procesa esa información para identificar grupos microbianos, medir su diversidad y determinar las funciones que desempeñan.

El informe que recibe el productor no es un documento técnico difícil de interpretar. Incluye un índice global del estado biológico del suelo y un desglose por dimensiones: fertilidad biológica, presencia de agentes benéficos o patógenos, y nivel de biodiversidad. Más importante aún, cada resultado viene acompañado de recomendaciones concretas: qué ajustes hacer en la fertilización para aprovechar el potencial biológico, qué biológicos aplicar y en qué momento, cómo diseñar rotaciones que cierren brechas funcionales, o qué medidas tomar para prevenir la aparición de enfermedades detectadas en estado latente.
¿Qué decisiones habilita?
Fertilidad de precisión
Ajustes de N, P, K y micros según potencial biológico (fijadores de N, solubilizadores de P/K) y reposición donde falte función.
Uso inteligente de biológicos
Elección de inoculantes/consorcios (p. ej., Bacillus, Trichoderma) y timing en los ambientes que más lo necesitan.
Prevención fitosanitaria
Patógenos latentes → rotación, curasemillas, densidad y fecha de siembra, y monitoreo específico.
Rotaciones y cultivos de servicio
Selección de especies (vicia, centeno, etc.) para cerrar brechas funcionales y acelerar la recuperación biológica.
Evaluación de prácticas
Impacto de enmiendas orgánicas, residuos de herbicidas, riego y labranza sobre la diversidad y resiliencia.
Zonificación y seguimiento
Ambientes “sensibles” para manejo diferencial y KPIs biológicos campaña a campaña.
Buenas prácticas de muestreo (que hacen la diferencia)
Herramiental limpia/estéril y evitar contaminación.
Profundidad y georreferencia consistentes.
Muestrear en crecimiento activo (la biología “hablando”).
Documentar manejo previo (rotación, insumos, lluvias).
Beneficios esperables
Más rendimiento estable por menor incidencia de enfermedades y mejor nutrición biológica.
Eficiencia de insumos (mineral + biológicos) y reducción de costos innecesarios.
Suelo más resiliente: mayor diversidad y servicios ecosistémicos.
Velocidad de aprendizaje: decisiones con datos, no solo intuición.
Preguntas frecuentes rápidas
¿Sirve si ya hago análisis químico y físico?
Sí: Agrobiota complementa esos análisis con la capa biológica que explica diferencias de rinde entre ambientes similares.
¿Cada cuánto repetir?
Como mínimo anual en ambientes clave o post-cambio de manejo (nueva rotación, enmienda, biológico).
¿Se puede usar para validar tecnología?
Perfecto para antes/después de biológicos, enmiendas o cambios de manejo, comparando ambientes.
En AJU Bio ya estamos trabajando con el programa Agrobiota, integrándolo a nuestras estrategias de agricultura digital y regenerativa. Un ejemplo reciente es el muestreo realizado en Charco, donde analizamos lotes de vicia y garbanzo para conocer su perfil biológico y orientar decisiones de manejo a medida. Creemos que entender y gestionar la biología del suelo no es solo una tendencia, sino una herramienta fundamental para producir más y mejor, cuidando el recurso más valioso: la tierra.
Agrobiota, de Biotrop, es la puerta de entrada a una agricultura más precisa, regenerativa y sostenible. En AJU lo estamos poniendo en práctica, junto con el portfolio de soluciones biológicas de la empresa, para que cada productor pueda leer el ADN de su suelo y convertir esos datos en decisiones que sumen rinde y salud al campo.
Por AJU Editorial
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