El cuidado de la salud y el medio ambiente están provocando un cambio en la producción de alimentos, que viene de la mano de la ciencia y la innovación. Una nueva generación de emprendedores crece dentro de este paradigma.
La industria de la agricultura y los alimentos está cambiando. Los consumidores están cambiando y hoy demandan otro tipo de productos. Con una mirada más crítica sobre lo que pasa en el planeta -y fuertemente en el impacto en la salud de las personas- el foco está puesto en la sustentabilidad, el cuidado del medioambiente y la reducción de las emisiones de gases de efecto de invernadero. Así, la agricultura gira al uso de insumos biológicos y al aprovechamiento de la tecnología para optimizar el uso de la tierra. Y la producción de alimentos incorpora a las plantas para sustituir proteínas. No se trata de una simple moda sino que alcanza a una porción más que importante de la población mundial. Argentina como referente indiscutible del mundo agro food tech busca su lugar frente a las nuevas tendencias.
Durante Experiencia Endeavor Agro & Food, algunos de los protagonistas detrás de la transformación que atraviesa el sector contaron su experiencia. Además, hablaron sobre las oportunidades que existen actualmente en la Argentina y en la región para impactar positivamente en toda la cadena productiva y su potencial como pilar de la economía local.
Si bien el evento se realizó vía streaming, la sede elegida para esta edición fue Rosario, por su proyección como polo de innovación agtech y por ser hoy un área estratégica para el nacimiento y desarrollo de startups dedicadas a la agroindustria en Argentina. La apertura del evento estuvo en manos de Federico Trucco, CEO de Bioceres y presidente de la Cámara Argentina de Biotecnología.
“El agro no está ajeno a la realidad en el planeta, lo que termina dominando el proceso de transformación de nuestro sector es la necesidad de atacar este flagelo mundial que se llama cambio climático. Hay un desafío de la humanidad a resolver y el agro como sistema más integral tiene una contribución significativa en gases de efecto de invernadero y también con el bienestar de las personas que viven más años. Lo que usamos para alimentarnos impacta en nuestra salud y nuestra posibilidad de mantenerla a medida que vamos envejeciendo”, detalló el máximo referente de la compañía de biotecnología con sello rosarino que cotiza en Wall Street.
En ese sentido, explicó que las dos grandes tendencias tienen que ver con “la producción agropecuaria buscando la resiliencia de los cultivos extensivos y los intensivos, la sustitución de químicos por los de menor impacto ambiental y el avance de la agricultura de precisión, cuidando cada metro cuadrado como si fuera lo único que tenemos”. De esa manera, se trata de ir a una agricultura más regenerativa del medio ambiente.
En el mundo de la “salubilidad”, por su parte, planteó que “la funcionalización de los alimentos” es una tendencia. Se busca “sustituir animales en la producción de la proteína y utilizar plataformas vegetales o de microorganismos o cultivos celulares para la alimentación humana directa”. A modo de ejemplo, mencionó: “Que el trigo que usamos tenga menor contenido de gluten o el grano menor contenido de fibra y de esa forma evitemos un shock glicémico cuando consumimos trigo”.
Trucco subrayó que estas son las principales tendencias en la actualidad pero aclaró que “esto cambia todos los días”. Ante una gran cantidad de asistentes on line el CEO de Bioceres destacó que “la biotecnología, las ciencias de la vida, la información y la revolución digital aportan un sin número de grandes herramientas para atacar estos dos grandes problemas”.
Sobre las oportunidades para el sector agtech, que viene creciendo muchísimo en el último tiempo, Trucco consideró que aún le resta tiempo para demostrar su máximo potencial pero aseguró que es una cuestión de tiempo. “La evolución no es un proceso lineal donde todos los días estamos un poquito mejor, es un proceso en el que a veces parece que no pasa nada y de repente pasa todo. En el mundo de ciencias de la vida, o biotech hoy estamos en la tercera década del ecosistema; en las primeras dos parecía que no pasaba nada y hoy pasan cosas. Creo que a las agtech les pasa un poco eso, están en su primera década que es de creación, después vendrá de calidad y finalmente tendrá el salto exponencial”, resaltó.
Para alguien como Trucco que acompañó de cerca la expansión del agro desde Bioceres “la digitalización del agro tienen un montón de beneficios que no podemos ignorar como planeta, como sociedad”.
No obstante, realizó una observación sobre el camino a recorrer: “Muchas de las compañías que se lanzan tienen un único producto, o un único punto de contacto con el sistema productivo, pero probablemente el éxito dependa de ser algo más sistémico”, señaló.
Y agregó: “A medida que haya un rediseño de los sistemas productivos, la necesidad del consumidor de entender qué pasa de la granja a la góndola impulsará el mundo agtech. Aplicar la trazabilidad a los procesos productivos, entender qué pasa en cada metro cuadrado, es inabordable si no utilizamos sistemas digitales, y el ecosistema agtech nos va a dar las primeras piezas de rompecabezas para poder hacer agricultura in silicio”.
Alimentos de plantas
Matías Muchnick, cofundador y CEO de NotCo, llegó a Experiencia Endeavor para contar en que está trabajando esta compañías foodtech que nació hace apenas 6 años y ya se convirtió en unicornio.
La firma chilena de tecnología alimentaria que produce alternativas de origen vegetal a los productos alimenticios de origen animal hoy comercializa sus productos en Chile, Argentina, Brasil, Colombia, México, Estados Unidos y Canadá.
NotCo fue fundada en 2015 por Muchnick junto a Pablo Zamora y Karim Pichara y utiliza el aprendizaje automático para replicar productos lácteos en formas basadas en plantas. El algoritmo al que bautizaron Giuseppe tiene una habilidad infinita de encontrar combinaciones de plantas para así replicar productos animales y hacerlos más sustentables y más ricos.
“Nacimos hace seis años con la idea de revolucionar la industria de alimentos para hacerla más eficiente y que se condiga más con la historia que estamos atravesando en este momento. Estamos mandando cohetes a la estratosfera y comemos peor que nuestros abuelos. La industria de los alimentos funciona con una tecnología obsoleta. La consecuencia es la desforestación, uso del agua, pérdida de especies, incluso en la salubilidad del ser humano”, detalló el joven empresario desde las oficinas que hoy NotCo tiene en Nueva York.
Muchnick contó que desde NotCo pensaron en “meterle tecnología a esta industria y producir con mejor sabor y color con fuentes sustentables, con plantas, y sacar al animal de la ecuación”.
“Hay una gran complejidad en hacer eso. Las plantas en general son muy poco exploradas, hay más de 300 mil especies del mundo y no tenemos idea de qué hace el 99% de ellas, no sabemos si de la combinación de repollo y piña resulta el sabor de la leche. Al humano es muy difícil que se le ocurra una combinación así, pero cuando uno tiene un entendimiento a nivel molecular de lo que existe en el mundo puede entrenar un algoritmo de inteligencia artificial que nos ayude a predecir qué combinación de ingredientes vegetales tenemos que combinar y lograr una copia sensorial de la leche, el queso, el huevo, la mayonesa”, explicó.
Emiliano Kargieman, cofundador de Satellogic -la empresa argentina líder en la fabricación y puesta en órbita de nanosatélites- desembarcó en Experiencia Endeavor. Con 17 satélites en órbita que permiten tomar imágenes de muy alta resolución sobre lo que pasa en la Tierra, pero con la proyección de que para 2025 la cifra escale a 300, explicó cómo esta herramienta puede contribuir a solucionar “los problemas de producción y distribución de alimentos”.
“Estamos alimentando los modelos de producción con información vieja, o la información para alimentar esos modelos es demasiado cara. Hoy se hace con helicópteros, aviones, drones, redes de sensores o mandando gente a mirar lo que pasa en el campo. Todo eso es extremadamente costoso y difícil de escalar. Los satélites en órbita baja podían tomar datos e información pero para poder poner una cantidad suficiente en órbita a un costo razonable teníamos que bajar el costo de los satélites y ese fue el inicio de la compañía”, detalló.
“La agricultura se está convirtiendo en una ciencia de datos”, señaló Kargieman. Contar con información satelital de alta calidad podría contribuir a la agricultura de precisión para día a día ver los campos, trabajar en mejorar la productividad primaria del suelo “que es el desafío que tiene el agro a nivel global”.
La Experiencia tuvo un panel final moderado por Bernardo Milesy, fundador de Glocal, con la presencia de Ricardo Weder, fundador y CEO de Justo (México), Rafael Coelho, fundador y CEO de A de Agro (Brasil), y Juan Carlos Cuello, COO de Frubana (Colombia). Con ellos se habló de la tecnología e innovación aplicada a cada uno de estos modelos de negocio, compartiendo visión e historias de innovación y crecimiento.
Para cerrar el evento, Tato Rouillon, cofundador y CEO de Frizata, brindó un taller detallado y práctico sobre cómo preparar una compañía para solicitar y recibir inversión.
Experiencia Endeavor Agro & Food brindó en dos horas y 30 minutos, un pantallazo de la actualidad en la industria, los desafíos por delante, y el rol ineludible de la tecnología asociada a la creatividad, para crear modelos que brinden soluciones a un problema que se acrecentará en los próximos años: cómo producir más y mejores alimentos para la cantidad de habitantes que alberga el mundo, y a su vez, cuidando el Planeta.
Fuente: La Capital
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