Nacho acaba de festejar sus 40 años. Si bien nació en Buenos Aires, después de recibirse de Ingeniero Agrónomo en la Universidad del Salvador se vino para Salta, donde hoy desarrolla su profesión con enorme entusiasmo.
Hincha de Independiente y amante del trabajo en equipo y de las nuevas tecnologías, Ignacio Costa busca el permanente contacto con productores y clientes para brindarles soluciones. Es un convencido de que el campo es el principal motor del país y por eso cada día se esfuerza en planificar las cuentas de clientes, hacer el seguimiento técnico y comercial de sus producciones y acercarles los productos necesarios para cada obstáculo que se presente. Por eso lo reciben siempre con los brazos abiertos.
A Nacho se le nota el gusto por la vida al aire libre. Algo que trae desde chico, cuando su papá le regaló un pony que despertó su amor por los caballos y el campo. “Jugábamos mucho con él y mi hermano; es un hermoso recuerdo de mi infancia”, dice. Así que no es extraño que se la pase de campo en campo, viendo el progreso de los cultivos y el crecimiento y desarrollo de los animales. Tampoco que hoy tenga sus propios caballos en Salta.
Cada vez que puede (tanto recorrer le deja poco tiempo en casa), Ignacio vuelve a casa donde los espera Inés, su mujer y su sostén, y al tiempo con sus otros tres amores: Tomás de 8 años, Jacinta de 6 y María de apenas 3 añitos. Un familión que le hace brillar los ojos cuando habla de ellos.
El incansable Nacho Costa sueña con una Argentina grande como sus campos, donde cada persona pueda desarrollarse en lo que sueñe, disfrutando de su trabajo como él lo hace. Poniendo todo sobre la mesa.
