La huella de carbono se deriva de cualquier actividad realizada por el hombre. ¿Sabías que tus labores en el campo también generan un impacto ambiental? Lo importante es que si aplicas la tecnología adecuada disminuirás tal efecto.
Como productor seguramente conocés la importancia de hacer sostenible la producción de tu empresa implementando buenas prácticas agrícolas. De esta forma, aumentarás la productividad de tu campo y serás más amigable con el ambiente.
Sabemos de tu interés por resguardar tu inversión. Por esta razón, hemos preparado este artículo para actualizarte sobre este tema tan importante y actual. A continuación encontrarás información útil para tu próxima campaña.
¿Qué es la huella de carbono?
Los científicos detectaron que todas las actividades cotidianas y económicas generan una cantidad de gases de efecto invernadero (GEI). De allí que el volumen total de estos gases determinen la llamada huella de carbono.
La forma de identificar esta huella viene expresada en toneladas de CO2 emitidas. Con dicha información, tenés la referencia para implementar la tecnología y prácticas que te permitan reducirla de forma significativa y beneficiosa.
¿Qué impacto tiene la huella de carbono en la agricultura?
El tema de la huella de carbono debe formar parte de tu modelo de negocios, si querés garantizar su sostenibilidad. ¿Sabías que la tecnología aplicada a tu cultivo puede mejorar los rendimientos y al mismo tiempo proteger el ambiente?
El uso correcto de fitosanitarios, por ejemplo, reduce su impacto en el ecosistema porque incorpora menos cantidad de sustancias. Igualmente, incide en la preservación del suelo al mantener su equilibrio de nutrientes y flora microbiana.
La dinámica natural de los suelos comprende un intercambio complejo de nutrientes y elementos. En este escenario las bacterias y los hongos participan al incrementar la fertilidad del suelo y consumir una importante cuota de CO2.
Situación actual de la huella de carbono en la agricultura argentina y el mundo
La situación global planteada por el cambio climático es grave por sus efectos sobre el planeta como totalidad. Los indicadores advierten que deben implementarse correctivos en nuestras actividades para disminuir el daño ambiental.
Opiniones calificadas como la del Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) brindan datos preocupantes para la región. Los estudios indican que las actividades agropecuarias tienen un impacto importante en el proceso.
Estas actividades del campo son responsables del 23% de las emisiones de gases que generan el calentamiento global. Más preocupante resultan las estimaciones de la CEPAL: la contribución de Latinoamérica y el Caribe alcanza el 42%.
¿Cómo calcular la huella de carbono en la agricultura?
Seguramente te preguntarás cómo se determina la huella de carbono. Las diferentes actividades de tu empresa agrícola son identificadas por factores de emisión normalizados.
La unidad usada para determinar la huella de carbono se expresa en toneladas de CO2 equivalente (tCO2e). Este valor podés calcularlo al multiplicar los datos de las diversas actividades (cantidad) por sus factores de emisión respectivos.
Vale acotar que la huella de carbono promedio mundial alcanza las 4 tCO2e al año per cápita. En Estados Unidos esta huella alcanza las 20 tCO2e, mientras que en Argentina producimos 5.71 tCO2e al año por persona.
Mejores prácticas agropecuarias para reducir el impacto de la huella de carbono
En tus manos está la implementación de la tecnología más eficiente para reducir la huella de carbono de tus campañas. Esta decisión de tu modelo de producción agrícola sostenible puede fundamentarse sobre tres pilares:
Siembra Directa
Agricultura de precisión
Uso de fertilizantes y fitosanitarios amigables con el ambiente
Siembra Directa
Desde la “Primera reunión técnica de cultivos sin labranzas” realizada en 1977, se ha avanzado mucho. La siembra con este sistema abarca actualmente el 95% de la superficie agrícola argentina.
El aporte de la siembra directa radica en:
La implantación de los cultivos sin la remoción del suelo
El mantenimiento de una cobertura del suelo con residuos de cosecha
De allí que la eficiencia de este sistema en tus cultivos se traduzca en:
Ausencia de laboreo
Optimización del uso del agua
Aumento de los índices de captura de carbono
Disminución del uso de insumos agrícolas
Agricultura de precisión
La agricultura de precisión incide en la disminución de la huella de carbono por su mayor eficiencia y efectividad. Este modelo de producción aplicado a tu campo te permitirá optimizar el uso de los insumos en donde produzcan mayores beneficios.
¿Pensaste que las tecnologías de la información y la comunicación podrían mejorar tus campañas? Equipos satelitales, sensores y maquinaria agrícola autónoma se integran para lograr mayor productividad con un menor impacto ambiental.
Uso de fertilizantes y fitosanitarios amigables con el ambiente
El uso correcto de coadyuvantes contribuye con la reducción de la huella de carbono de tus cultivos. Tal práctica disminuye la dosis de los activos aplicados por hectárea, lo cual es una ganancia para el agroecosistema.
Por otra parte, el uso de la nanotecnología permite el mayor aprovechamiento de los fertilizantes y la consecuente disminución de cantidades aplicadas. En ambos casos, estas tecnologías te permiten:
Mayor eficiencia, que implica un menor uso de activos o micro-macronutrientes.
Reducción de la pasada de maquinaria por hectárea.
Incremento del ahorro al consumir menos combustibles.
Disminución del uso de gas para la elaboración de fertilizantes nitrogenados.
Conclusión
Existe la tecnología y los profesionales del agro para implementarla con diversos efectos significativos: disminución de la huella de carbono, aumento de la rentabilidad del modelo y sostenibilidad de la producción del campo.
Fuente: Agrospray
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